La depresión y la ansiedad son afecciones distintas, pero con frecuencia pueden llegar a presentarse de la mano. La ansiedad es una respuesta emocional que se experimenta al percibir un estímulo como amenazante; y le permite a la persona tomar acciones para protegerse y resolver situaciones estresantes. Sin embargo, al estar presente por períodos largos y de manera constante, pierde su funcionalidad. La persona que padece de depresión también puede experimentar sentimientos intensos de ansiedad, caracterizados por una preocupación o temor intensos constantes, ante un estímulo que representa una amenaza potencial. La respuesta emocional ansiosa genera síntomas físicos, afectivos, cognitivos y conductuales. La ansiedad se caracteriza por ser anticipatoria, está dirigida hacia el futuro y genera escenarios catastróficos en la mente; llevando a la evitación de situaciones, personas o estímulos que provoquen dicha respuesta emocional.