La batalla que estamos librando contra la pandemia de Covid-19 ha puesto a todo el mundo de cabeza. Este periodo de nuestras vidas ha transcurrido más despacio de lo que nos pudimos imaginar. En Guatemala, el impacto económico, familiar, físico y emocional nos tiene ansiosos, estresados y abrumados. Hemos quedado infundidos del temor de un futuro incierto. Pero no estamos solos, la inseguridad y el espanto los compartimos con cientos de países en todo el planeta.
Covid-19 es un síndrome clínico complejo causado por un coronavirus que se caracteriza por una respuesta hiper-inflamatoria y un estado de hipercoagulabilidad de la sangre que es altamente letal para los ancianos y para pacientes con ciertos factores de riesgo. En la mayoría de niños y gente joven el cuadro clínico es generalmente más benigno, aunque también se han reportado casos graves y muertes en esos dos grupos.
El saldo de la batalla a nivel mundial es asombroso, casi cien millones de casos y dos millones de muertos. Los EE.UU ocupan el escandaloso primer lugar en morbilidad y mortalidad. Pero esta pandemia no es una condena perpetua. Cuando pase, saldremos adelante y nos levantaremos más fuertes, más resistentes y con un mayor aprecio del precioso don de vivir.
En todo momento y particularmente durante esta lucha sin tregua permítanme recordarles la primordial importancia de cuidarnos a nosotros mismos. Cuidarse uno mismo no es un principio egoísta, no es atender sin medida el interés propio, sino que obedece a un interés puramente altruista. El mantener su bienestar emocional, mental y físico es crucial para ayudar a su familia, a sus hijos pequeños, a sus socios y compañeros de trabajo y para la comunidad en general. La ansiedad, el estrés y el miedo causan emociones fuertes en niños, adultos y ancianos. Aprender a desenredarse de dichas emociones es vital e imperativo para abreviar el daño que puedan causar a corto o a largo plazo.
Basado en mi experiencia profesional comparto a continuación una lista de las reacciones al miedo que he observado ocurren frecuentemente:
También nuestro cuerpo físico paga las consecuencias por la ansiedad y el estrés:
Cómo Practicar el Cuidado Personal
Es muy importante no caer en hábitos dañinos, como pasar todo el día en cama, dejar de
comer a sus horas acostumbradas y aumentar el uso de alcohol, cafeína o tabaco.
Ponga cuidadosa atención a las siguientes ideas de acción positiva:
Vale mencionar que no todo ha sido negativo como resultado de esta pandemia. Entre los eventos positivos contamos con los siguientes:
1. La Salud: A nivel mundial los gobiernos se han dado cuenta de la necesidad de gastar menos en los armamentos militares e invertir más en el sector de salud pública. Las nuevas normas han mejorado la higiene personal, las expectativas de higiene pública en los bancos, supermercados y en los medios de transporte como trenes y líneas aéreas
2. El Medio Ambiente: Se le ha dado al planeta tierra la oportunidad de un suspiro profundo. Las emisiones de carbono disminuyeron notablemente. China, el país con la huella carbonífera más grande en el mundo disminuyó sus emisiones en un 25%.
Los canales de Venecia se han limpiado considerablemente. En algunos lugares se han tornado cristalinos y los peces han comenzado a reaparecer.
3. La Educación: Un sector vital que se ha ido transformando ante nuestros ojos de las clases magistrales a las clases en línea. El escepticismo inicial ha cambiado por sorpresa y entusiasmo dado que claramente se ha demostrado que es muy posible de realizar y que la respuesta estudiantil ha sido muy positiva a todo nivel.
4. Nuestro Estilo de Vida: Hemos gastado menos en ceremonias y fiestas extravagantes. Existe más solidaridad con los que se han visto más afectados por la pérdida de trabajo, salud y bienestar y por la pérdida de sus seres queridos. Hemos tenido más tiempo de reconectarnos con familiares y amigos, Hemos tenido más tiempo para reconsiderar nuestras prioridades.
Los guatemaltecos debemos ser capaces de cambiarle pañal al bebe, construir un refugio, cocinar un buen caldo de res, escribir o recitar un poema, limpiar una herida, dar órdenes, recibir órdenes, cuidar a un enfermo, consolar a un moribundo, montar a caballo, resolver una ecuación, limpiar un gallinero, usar una computadora, jugar ajedrez, atravesar un río, cambiar una llanta, luchar con valentía y morir con dignidad. Si logramos hacer esto, ¡el próximo virus nos va a hacer los mandados!
¡Guatemala, tierra de colores, donde las verdes palmeras nos muestran el color de la
esperanza!
Dr. Edgar Castillo Armas
Psiquiatría General y Pediátrica
Central California TMS Center